¿Por qué es importante mantener la ducha limpia?

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El baño debe ser un lugar en el hogar donde las personas puedan sentirse restauradas y renovadas. Las bacterias, la acumulación de minerales y la baja presión del agua pueden salirse de control y transformar este espacio en uno incómodo y muy peligroso si no se tienen las medidas higiénicas necesarias. La ducha es uno de los instrumentos que más trabajan en el hogar, y lamentablemente uno de los que más se pasan por alto a la hora de limpiar regularmente.

¿Por qué es fundamental su limpieza?

Los cabezales de ducha se ensucian y a menudo están obstruidos con una gran cantidad de bacterias y acumulación de residuos inorgánicos que pueden suponer una amenaza para su salud.

Si el agua está cargada de minerales como cal, calcio, silicio y magnesio, es posible que el cabezal de la ducha no rocíe el agua con la presión que solía hacerlo. Es posible que sus pequeños orificios de rociado se hayan obstruido, obligando al agua a salir en direcciones aleatorias o no hacerlo en absoluto. Si bien, suena extremadamente tedioso encargarse de esa tarea, no debe preocuparse, pues a continuación le indicaremos unos sencillos pasos para que pueda limpiar su ducha fácilmente.

1. Desmontar la unidad

La mayoría de las veces, esto es tan simple como girar con un paño envuelto alrededor de la tuerca de conexión. Aplique una presión uniforme, pero no muy fuerte. Si el cabezal de la ducha no se gira fácilmente, se puede consultar en el sitio web del fabricante para obtener instrucciones exactas sobre cómo retirarlo de forma segura.

2. Extraer la rejilla del filtro

Este artilugio suele encontrarse cerca del lugar en el que el cabezal se enrosca a la tubería de la ducha. Parece un disco de malla metálica redonda dentro de una junta de goma. Está ahí para atrapar los sedimentos más grandes y ayudar a detener las fugas. Si no se ve, lo mejor es consultar en el sitio web del fabricante. Es posible que se necesite un par de alicates o pinzas de punta fina para sacarlo. Una vez extraído, se debe frotar suavemente con un cepillo y enjuagar.

3. Dejarlo en remojo

El vinagre blanco es un buen aliado a la hora de limpiar. Se deben verter cinco tazas en un balde mediano y sumergir el cabezal de la ducha, asegurándose de que las boquillas estén completamente cubiertas de este líquido. Dejar en remojo durante una o dos horas.

4. Frotar y enjuagar

Una vez que se haya ablandado la suciedad de los depósitos por donde pasa el agua, es necesario frotar el cabezal de la ducha con un cepillo pequeño. La acumulación debería desprenderse fácilmente. De ser necesario, las boquillas obstruidas se pueden limpiar con un objeto puntiagudo como un clip. Luego, es necesario enjuagar con agua tibia y usar un limpiador en spray para desinfectar toda la unidad.

Después de finalizar este proceso, para restaurar el brillo del cabezal de la ducha, se recomienda frotar con un paño.

5. Devolver el cabezal a su lugar

Volver a colocar la rejilla del filtro en el lugar donde se retiró y a continuación, enroscar con cuidado el cabezal de la ducha nuevamente en la tubería. Se debe tener mucho cuidado, ya que girar demasiado, puede romper las roscas, e incluso puede provocar fugas. Girar en el sentido de las agujas del reloj hasta que quede apretado con los dedos.

Luego de asegurar el cabezal, se recomienda comprobar si hay agua saliendo o goteando del perno de conexión, si es así, es mejor girarlo suavemente con una llave colocada sobre un paño fino hasta que no gotee.

Seguir los pasos mencionados anteriormente le ayudará a preservar la vida útil de la ducha por un largo tiempo, así como a mantener este espacio libre de acumulaciones innecesarias que pueden afectar el correcto funcionamiento de este artefacto.

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