Los contratos son esenciales y parte importante al momento de finiquitar cualquier tipo de negocio, sobre todo de arriendo, ya que, consta de un intercambio entre ambas partes de dinero por el uso continuo de una propiedad. Por ser acuerdos de temporalidad extensa, es obligatorio la realización de un contrato, bien sea verbal o escrito. Aunque, se recomienda este último por la veracidad y facilidad de certificar si ocurre algún percance durante la estadía del inquilino en el inmueble.
Sin embargo, dichos contratos pueden ser redactados por cualquier persona, y, aunque de igual forma mantiene su veracidad, es mejor precisar ante un notario que legalice y certifique su legalidad. Ya que, ante un tribunal un contrato con una buena estructura pero con carencia legal, puede ser no tomado en cuenta. Para ello se necesita cumplir ciertos requisitos importantes.
¿Qué es un contrato notariado?
Todo arriendo debe tener un contrato que avale y certifique las condiciones consensuadas de las partes. Muchos solo se toman el tiempo de hacer una buena redacción y estructura del mismo, pero sin la existencia de un abogado o un notario que legitime la legalidad del contrato, por lo tanto, es un documento que no posee la jurisdicción que debe tener.
Cuando el contrato es hecho por un notario, le da la validez que obliga al arrendador y arrendatario a cumplir todas las condiciones, términos y políticas que se expusieron por escrito en el documento legal. Así que, si alguno de los dos llega a incumplir con esos requerimientos, se pueden confrontar ante la autoridad colombiana.
¿Cuáles son los requisitos que se debe saber antes de firmar un contrato notariado?
- Sobre el Registro único Tributario: todo arrendador y arrendatario debe inscribirse en el Servicio de Impuestos Internos, ya que, esto aportará mayor legalidad al documento digital.
- Visualizar un contrato de trabajo indefinido: es importante revisar muy detenidamente que el inquilino tenga un contrato de trabajo a largo plazo, ya que será el respaldo financiero para el arrendatario y por su puesto para el arrendador.
- Revisión bancaria: todo trabajo estable se visualiza en los últimos tres meses bancarios que posea el inquilino. Evidentemente, esto se debe realizar bajo el consentimiento del mismo. Antes de firmar un contrato notariado se debe conocer el registro bancario del inquilino para determinar su veracidad financiera.
- Garantías: en un contrato de arrendamiento es primordial dejar en claro cuáles son las garantías a largo, mediano y corto plazo.
Recomendaciones para firmar el contrato notariado
- Establecer frente al notario el precio del alquiler mensual y su modalidad de pago.
- Dejar en claro cuáles serán las garantías y su uso legal.
- Determinar el buen manejo del inmueble. Es decir, si el inquilino comete cualquier tipo de daño debe cancelarlo, por tanto, se recomienda establecer los montos.
- Establecer una fecha del inicio del contrato y un final. Durante ese lapso de tiempo ambos deben cumplir con sus responsabilidades.