¿Trabajo en casa? Despedirse de la procrastinación es posible
Las reglas laborales cambiaron a raíz del Covid-19 y ahora existe una nueva normalidad. El trabajo ya no es en la sede de la empresa sino en la sala de su hogar, donde las tareas no deben cumplirse en horario laboral, sino de manera permanente, jamás terminan.
La responsabilidad de cumplir con las labores del trabajo desde casa es cada vez mayor, pues los niveles de desempleo están en franco ascenso. Por eso es importante concentrarse en los objetivos y olvidarse de los asuntos pendientes en casa. Aquí le explicamos cómo olvidarse de la procrastinación.
¿Qué es la procrastinación?
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, se refiere a “diferir, aplazar”. Se refiere a “postergar hasta mañana” y deriva del griego antiguo akrasia, que según el New York Times, significa hacer algo en contra de nuestro mejor juicio.
Estudios indican que en los últimos meses el número de personas afectadas por el futuro incierto en tiempos de pandemia se ha disparado aún más que el número de contagiados por el coronavirus. Psicólogos y psiquiatras alertan de una problemática que podría abrumar al empleado y distraer su atención.
¿Cuáles son las causas?
Una vez que se cambia una actividad importante por otra, inmediatamente aparece la culpa. Al procrastinar, la persona está consciente de lo que hace y de las consecuencias, muchas veces negativas, pero mantiene la posición.
Expertos subrayan que se trata de un círculo irracional que deriva de una incapacidad para mantener estados de ánimos en torno a una tarea y deriva de una manera de enfrentar las emociones desafiantes y estados de ánimo, por lo que su origen es emocional.
Acá se presenta una guía básica para solucionar el problema de la procrastinación en casa
- Ubique el lugar más cómodo e iluminado que pueda dentro de su casa. Si se encuentra fuera de su habitación, mejor; así evitará sentarse en la cama mientras trabaja, luego acostarse y posiblemente quedarse dormido.
- Tenga a mano una agenda y anote las tareas diarias que deba cumplir. Puede ser a modo de lista de chequeo, que le ordene el trabajo.
- Fíjese horarios. Levántese, báñese, desayune y manos a la obra. Tome un tiempo para el almuerzo, pero, tal como lo hacía en la oficina, debe medir sus tiempos.
- Utilice una agenda para tomar nota de aspectos a considerar para cumplir metas.
- Priorice de mayor a menor las asignaciones que le son confiadas. Empiece por las que le tomen más tiempo y las de mayor dificultad.
- Ser positivo le ayudará a cumplir con los objetivos. Tanto dentro de su hogar como con el trabajo asignado, ubique algo que le guste o con lo que se identifique y olvídese de lo negativo. Si se trata de un trabajo difícil, tómelo como un reto y una vez ejecutado, se sentirá mejor de haberlo superado. Ayudará a emplear verbos como “quiero” en vez de “tengo”, que puede ser asociado con las obligaciones.
- ¿Está disfrutando de un programa de televisión que le gusta mucho? Tómelo como un premio tras cumplir con un excelente día de trabajo. Lo disfrutará más.
- Esas conversaciones pendientes pueden esperar un poco. Si se trata de una emergencia, puede hablarlo con su supervisor y seguramente entenderá; pero si la llamada puede esperar, entonces concéntrese en su trabajo.
- Es muy bueno compartir chistes, experiencias, recuerdos y otros tipos de mensajes pueden ser gratificantes; sin embargo, deben tomar el menor tiempo posible.
- Cumplida la labor y terminado su horario, dedíquese a sus asuntos personales, lo importante es que una vez acabado el horario de trabajo y sus responsabilidades, también termine la jornada del día.
Es importante resaltar que si ninguno de estos tips funciona, debes buscar el origen que lo hace aplazar sus prioridades.
Si no le gusta su trabajo, llegará el momento adecuado para dejarlo a un lado y conseguir alguno que esté relacionado con sus intereses; mientras tanto, una buena forma de solucionar a corto plazo es pensar en solventar las asignaciones cuanto antes para liberarse de ellas y poner el 100% de su atención en algo que sí sea de su agrado.
Finalmente, lo ideal sería tener una merecida recompensa. Felicítese a usted mismo. Llegar a ello no es fácil, pero tampoco imposible, pero bien vale la pena compensar el esfuerzo con un merecido descanso, un postre o cualquier detalle que lo haga sentir bien.