Mudanza: ¿Puede influir emocionalmente?
Las emociones están entendidas por ser una montaña rusa, unos días una persona puede sentirse pleno, feliz y, al otro acorde a las situaciones vividas puede comenzar a sentir tristeza o ansiedad. Sin embargo, para tener una vida emocional tranquila, se debe aceptar la existencia de ambas, pues forman un equilibrio perfecto para conseguir un bienestar y salud mental.
Pero, cuando existen preocupaciones constantes y responsabilidades diarias, tanto el estrés, ansiedad, tristeza y miedo abundan en el cuerpo y mente de una persona hasta llegar a desequilibrar por completo. Y, justamente eso es lo que podría causar una mudanza a los individuos que no saben cómo canalizar dichas emociones. Claro está que cada quién lleva su proceso como mejor le parezca, pues salirse de la zona de confort para dar pasos adelantes y comenzar una nueva vida no es para nada fácil.
¿Cómo influyen las emociones en una mudanza? ¿Se puede sobrellavarla?
Para muchas personas es imposible no sentir un mínimo de estrés en el proceso de la mudanza. Y, es normal sentir este tipo de afecciones que se encargan de perjudicar el bienestar tanto mental como anímico de cada integrante de la familia. Sin embargo, no se puede dejar a un lado los sentimientos que se conocen como –negativos- porque forman parte del equilibrio emocional de cualquier individuo. Así que, poseer ansiedad, miedo, intranquilidad, estrés y preocupaciones es totalmente normal, el problema radica en no saber cómo canalizar y controlarlas de forma adecuada para tener un punto medio.
Por tanto, se recomienda:
- Organizar las tareas: una mudanza no puede hacerse sin tener una buena planificación. Y, administrar las tareas forman parte de ello. Si en el hogar conviven otras personas, se le debe otorgar actividades específicas para que todos puedan colaborar acorde a la edad y habilidades que cada uno presenta.
- Hacer meditaciones guiadas: la meditación es una tarea que a muchos se le puede complicar. Sin embargo, existen varias plataformas que brindan la facilidad de realizarla de forma digital. Es una tarea productiva que ayudará a fomentar la tranquilidad y visualizar de forma positiva la nueva casa.
- Aceptar el cambio de hogar: generalmente, antes, durante y después de decidir mudarse surgen diferentes preguntas envueltas en inseguridad. Tales como ¿Será la decisión correcta? ¿Cómo será el nuevo hogar? Entre otras. Aprender a asimilar el cambio es una forma de canalizar la ansiedad que se puede vivir de forma adecuada.
- Concientizar las actividades y sentimientos: en muchas ocasiones las personas se ven en la obligación de seguir adelante cueste lo que cueste. Y, no se dan cuenta de los síntomas que posee el cuerpo. Así que, lo más recomendable es intentar tener todo bajo control para omitir ni exceder tales sentimientos.
- Fomentar la comunicación en la familia: este aspecto es sumamente importante para mantener cualquier tipo de relación, bien sea de pareja, amistad, familiar, entre otros. Una mudanza no puede realizarla una sola persona, se necesita un equipo para planificar de mejor forma.
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