Una alfombra bien cuidada le da un toque de elegancia y estilo único a una vivienda. Si el piso está cubierto por una o si está considerando colocarla, debe saber que mantenerla en las mejores condiciones será un trabajo retador pero agradable a la vista.
Mientras siga los siguientes consejos, podrá conservar el tapete de su residencia de la mejor forma, al tiempo que cumplirá con las normas establecidas por parte de su arrendador. ¿Es más bien una opción para sus futuros arrendatarios? También le interesará continuar con la lectura.
Elimine el polvo
Aspire la alfombra con regularidad, pues el polvo estropea las fibras y puede llegar a apelmazarlas; pero hágalo sin cepillo para evitar que se desgaste innecesariamente. Asimismo, es conveniente pasar la aspiradora cada dos meses por la parte de abajo, que está en contacto con el piso.
El sol, enemigo del color
Las alfombras de exteriores resisten las inclemencias del clima, pero con las de interiores no pasa lo mismo. Si su tapete es expuesto al sol perderá su color e, incluso, puede llegar a quedar más delgado en el área que reciba los rayos del sol.
Mueva los muebles
El peso de los muebles puede dejar marcas permanentes en las alfombras, por lo que debe girarlos cada cierto tiempo para que el desgaste sea similar en toda la superficie.
Si hay marcas, no hay que preocuparse sino ocuparse. Tome varios cubos de hielo, aplíquelos en la zona afectada y esté pendiente de qué aspecto toma. Al principio se ahuecará, pero luego debería desaparece el problema; de no ser así, use un pequeño tenedor para acabar de levantar las fibras.
Otros cuidados a considerar
Olvídese de los malos olores
Hay alfombras que tienden a tomar un olor desagradable que fácilmente se disipará con bicarbonato de sodio. Esparza un poco de este mágico polvo sobre toda la superficie, deje reposar unas cuantas horas y luego retire con una aspiradora.
Más color, más vida
Si la alfombra ya no tiene el color de los primeros días, puede recuperarlo con estos consejos caseros:
- Sal marina: haga una pasta con sal marina y agua, extiéndala de forma uniforme sobre la alfombra y espere que seque. Acto seguido, frote con un cepillo y retire con una aspiradora sin cepillo.
- Vinagre blanco: caliente la cantidad necesaria de vinagre blanco y esparza sobre la superficie, para después frotar con un paño de algodón que, de ser necesario, también esté humedecido en el producto. Deje secar.
- El café: es su aliado en el caso de que su alfombra oscura se haya tornado pálida. Con ayuda de un spray, vierta café tibio y sin colar a lo largo y ancho de la alfombra; a continuación, retire con una aspiradora cuando seque. Puede ser un proceso tedioso, pero efectivo.
Manchas
No deje que pase mucho tiempo antes de actuar, pues con el tiempo la mancha tardará más en salir o, peor aún, la molestia será permanente.
Según el tipo de mancha, deberá hace lo siguiente:
- Té o café: limpie con un paño humedecido en una mezcla de detergente y vinagre blanco.
- Chicle: bastará con frotar un cubo de hielo la zona afectada.
- Tinta de bolígrafo: con leche líquida podrá despedirse de la tinta. Solo necesita mojar un paño con leche; pero trate de no restregar la alfombra demasiado porque la manchará más.
Limpieza profesional
Al estar tendida las 24/7, su tapete recibe mugre y bacterias difíciles de quitar, por mucho que intente hacerlo. Siempre es importante llevarlo a la tintorería una vez al año, para que un profesional se encargue de hace una limpieza profunda.