Independientemente de cuáles sean sus objetivos financieros, hacer un presupuesto es la manera más adecuada para alcanzarlos. Llevar a cabo un cálculo financiero y ajustarse a él no es difícil, solamente requiere de planificación y dedicación.
Presupuestar correctamente los gastos para hacer el pago del valor del canon de arrendamiento es algo muy necesario, por eso a continuación le mencionaremos algunos consejos que le ayudarán a seguir paso a paso su plan financiero.
Tener control sobre los gastos
Esta es la única forma de saber si está gastando su dinero con sensatez, por eso, es importante que tenga un listado de todas sus obligaciones. Puede escribirlo en papel, un archivo de excel o utilizar una aplicación que le ayude a tener control sobre los ingresos y egresos que está teniendo. Es importante anotar todos los gastos del mes y clasificarlos por categorías, como vivienda, ocio, educación, ahorros, etc. Cuanto más pueda analizar sus obligaciones, más fácil le resultará ver dónde debe hacer ajustes.
Proyectar cómo debería distribuir sus ingresos
No siempre es fácil saber cuánto se debe emplear en cada categoría para alcanzar los objetivos financieros que se han marcado, una forma de hacerlo es dividirlos aplicando “la regla 50/20/30”, como recomiendan algunos expertos.
Esta regla establece que el 50% de sus ingresos debe usarse en necesidades básicas: vivienda, servicios, comida, etc. Las plataformas de streaming, por ejemplo, no están incluidas en esta categoría, ya que no es algo que sea vital entre sus gastos.
El 20% de su sueldo debe destinarse para hacer el pago de deudas y ahorrar para la jubilación a futuro. Nunca es demasiado pronto para pensar en la jubilación. También es buena idea tener una cuenta de ahorros para emergencias que pueda cubrir de tres a seis meses de manutención, ya que, nadie está exento de que ocurra una eventualidad que no le permita laborar, así que es una manera de suplir sus necesidades durante el tiempo en el que se encuentre cesante.
El 30% restante puede emplearlo en lo que quiera, por ejemplo, ir a comer a los restaurantes de su preferencia, hacer planes con amigos, invertir en el diseño de interiores para su futuro apartamento, etc., estos gastos entran en la categoría de “deseos”. Si sus pagos de arriendo son relativamente bajos y no tiene muchas deudas, podría invertir en egresos discrecionales.
Dejar espacio en el presupuesto para necesidades cambiantes
Uno de los errores presupuestarios más comunes es incluir solamente los gastos habituales, como la comida, los servicios y el arriendo, sin embargo, si no presupuesta los gastos ocasionales que surgen inesperadamente. Crear una categoría en su presupuesto que pueda denominar “ocasiones especiales” es una buena manera de organizarse. Si este mes no hay alguna eventualidad, reserve ese dinero para el mes que viene, de esta manera tendrá una forma más amplia de prever las vacaciones y otros momentos del año en los que el gasto es elevado.
Hacer el cálculo de sus gastos, un hábito
Un presupuesto solamente le ayudará a alcanzar sus objetivos si se adapta a él. Cuando adquiera el hábito de controlar lo que paga cada mes, sabrá instintivamente cuánto puede gastar en cada categoría. Algunos métodos que le ayudarán a controlar su presupuesto, son:
- Al final del día o de la semana, usted debe revisar los gastos realizados. Haga los ajustes necesarios para la semana siguiente. Es común tener gastos que no estaban previstos en el presupuesto original, pero se debe tener cuidado de no desviarse demasiado del plan original.
- Utilizar aplicaciones fintech. Algunas de estas, le permiten registrar su historial de uso del banco y de la tarjeta de crédito, para que pueda vigilar de cerca sus gastos.
Ser estratégico en la elección de vivienda
Los gastos de vivienda suponen la mayor parte del presupuesto mensual. Una buena manera de manejar esta situación, es conseguir un alquiler que no supere el 30% de los ingresos. Úselo como guía al momento de tomar la decisión de arrendar una vivienda. Si el precio que pide el arrendador es superior al 30% de sus ingresos, puede plantearse negociar el valor del canon.
Muchas personas gastan más del 50% de sus ingresos en el pago de la renta, sobre todo si viven en una gran ciudad. Si este es el caso, considere la posibilidad de recortar su presupuesto en otras categorías.
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