El precio del gas y la electricidad ha aumentado significativamente en las últimas décadas. Esto se traduce en un aumento en las facturas de los servicios. Desde ir a la tienda por sus víveres hasta el salón de belleza, todo requiere de estos servicios para funcionar y alguien debe pagar por ellos.
Salve el planeta y alivie el bolsillo
Muchas de las acciones que se llevan a cabo para reducir energía o ser ecológicos, por lo general requieren demasiado esfuerzo y no son tan efectivas. La fiebre “eco-friendly” puede apoderarse del hogar empezando a recolectar o reutilizar botellas de plástico.
Sin embargo al final del mes se tendrá una bolsa de basura apilada llena de desechos que se irán acumulando y pueden no significar mucho para salvar el planeta. Sería mejor intentar con otras actividades que puedan ser más útiles para el ahorro de las facturas y por añadidura el cuidado de la tierra.
Cuando se trata de ahorro menos es más
En vez de recoger botellas quizás sea mejor eliminar el consumo de ciertos alimentos, bebidas y productos que tengan plástico, por ejemplo no usar más pitillos o envases para llevar.
Otra acción efectiva es comprar un regulador que permita conectar varios dispositivos como la TV, PC, cargadores, impresora con ahorro de energía.
Sin importar si vive en un clima frío o cálido, mantenga las puertas cerradas, esto permitirá que la temperatura se conserve en el lugar donde esté, así podrá reducir al mínimo el uso de aires acondicionados, ventiladores o calefacción.
Desconectarse es la clave
La tecnología es parte de la vida de todos en la actualidad, pero para que ésta funcione es necesaria la energía. Hacer que todos en casa tomen consciencia de esto facilitará plantear un tiempo de desconexión para todos.
Puede ser mediante horarios para el uso de dispositivos tanto para los niños como para adultos. Y ¿por qué no? Un día a la semana para estar 100% desconectado. Esto será bueno para la familia, el planeta y el bolsillo, además será un buen momento para compartir, inventar una actividad diferente y disfrutar sin interferencias.
Atención a los detalles
Es cuestión de observar las pequeñas cosas como apagar los bombillos sin usar, desconectar los aparatos, ver menos televisión y llevar a cabo más actividades al aire libre. Quizás no sea necesario usar el microondas para calentar algo que podría servirse frio o con abrir la ventana sea necesario para refrescar el ambiente sin necesidad del aire acondicionado.
Es solo tomar consciencia de las acciones diarias y crear un hábito de ahorro como parte de vida.