Tener acceso a una vivienda, votar, estudiar o participar en política ha sido para las mujeres colombianas un proceso de poco más de un siglo. Apenas en 1932, con la reforma de la Ley 28 de ese mismo año, la mujer fue considerada como sujeto de derechos. Anteriormente, dependía de lo que su padre o esposo decidiera.
En la actualidad, todo esto ha cambiado y en términos de propiedad de vivienda en el país, son las mujeres quienes lideran la búsqueda de arriendo de inmuebles en un 70%. Los subsidios de vivienda otorgados por el Gobierno son parte de este cambio, en el que muchas mujeres cabeza de hogar, han conseguido tener su casa propia.
La mujer actual y el panorama inmobiliario
En Colombia, las mujeres millennials, así como las mujeres cabeza de hogar y aquellas que habitan zonas rurales, se enfrentan a un panorama inmobiliario desafiante, en donde la búsqueda de independencia y seguridad, choca con obstáculos como la brecha salarial y las poco favorables condiciones de financiamiento. A pesar de ello, el 57% de estas mujeres colombianas lideran la búsqueda de casas y apartamentos en arriendo.
Por otra lado, están las mujeres rurales, quienes se enfrentan a mayores desafíos, como la falta de infraestructura y recursos limitados en áreas rurales, lo que complica significativamente su acceso a la vivienda.
Mujeres millennials
Esta generación de mujeres colombianas se distingue por su buen nivel educativo, creciente participación laboral e independencia financiera. En el mercado inmobiliario, ellas buscan opciones que se adapten a sus necesidades específicas, priorizando aspectos como la ubicación, accesibilidad y seguridad. No obstante, este avance se ve opacado por la inestabilidad en las condiciones laborales, lo que repercute en sus planes de adquirir vivienda nueva.
Es por eso que el arriendo de inmuebles se convierte en una solución más flexible y accesible para este grupo poblacional. Lo anterior, se puede ver reflejado en las altas búsquedas de inmueble en los portales inmobiliarios, como en arriendo.com, que realizan las mujeres colombianas a diario.
Mujeres rurales
La situación de las mujeres en entornos rurales es compleja y se enfrentan a numerosos desafíos. Estas mujeres, al buscar acceso a una vivienda digna, no solo se encuentran con barreras económicas, sino también con la carencia de infraestructura y servicios básicos. Además, la dependencia de estructuras familiares tradicionales limita significativamente su autonomía. No se puede ignorar el impacto que tienen aquellas mujeres desplazadas a causa de conflictos armados.
Muchas optan por migrar a las ciudades en busca de mejores oportunidades, sin embargo, su nivel educativo suele ser un obstáculo adicional en la búsqueda de empleo. Esto las conduce a empleos informales que les dificultan el acceso a créditos para vivienda.
En cuanto al déficit habitacional, la situación no es más alentadora. Con recursos limitados, estas mujeres a menudo se ven obligadas a establecerse en áreas periféricas de la ciudad, donde las condiciones son precarias y los servicios básicos domiciliarios, insuficientes.
Mujeres cabeza de hogar
Según el gobierno nacional, se estima que 12 mil mujeres colombianas son cabeza de familia, lo que constituye un grupo que merece especial atención dentro de las políticas de vivienda. Estas mujeres, a menudo únicas responsables de sus familias, deben enfrentar retos particulares que incluyen la gestión de recursos limitados y la necesidad de encontrar viviendas seguras y asequibles para ellas y sus hijos.
Las mujeres cabeza de hogar en Colombia a menudo prefieren un inmueble en arriendo porque resulta ser una solución rápida y viable para acceder a una vivienda, además, les permite adaptarse a las necesidades cambiantes de su hogar y manejar de manera más efectiva sus limitados recursos.
Políticas y acciones estatales
Colombia ha implementado una serie de políticas y acciones estatales enfocadas en mejorar el acceso de las mujeres a la vivienda. Estas medidas incluyen legislaciones, programas de subsidio y colaboraciones con organizaciones no gubernamentales, dirigidas a abordar las necesidades específicas.
Varias leyes y resoluciones en Colombia se han centrado en garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres en el acceso a la vivienda. Estas incluyen:
- Ley de Igualdad de oportunidades para las mujeres (Ley 1257 de 2008): esta ley establece medidas para garantizar la no discriminación de las mujeres en varios ámbitos, incluido el acceso a la vivienda. Busca eliminar cualquier forma de discriminación y promover la igualdad de género en todos los sectores de la sociedad.
- Ley 2172 de diciembre de 2021: esta ley tiene como objetivo establecer medidas para el acceso prioritario a la vivienda para las mujeres víctimas de violencia.
- Políticas de vivienda social: enfocadas a proporcionar un inmueble asequible a los sectores más vulnerables, donde las mujeres, especialmente las madres cabeza de hogar, son a menudo priorizadas. Estas políticas están diseñadas para asegurar que las mujeres tengan acceso a opciones de vivienda digna.
- Programas de subsidio de vivienda: Programas como “Mi Ahorro, Mi Hogar” “Mi Arriendo, Mi Casa”, “Mi Casa Ya”, y otros subsidios de vivienda, están específicamente orientados a ayudar a las mujeres, especialmente a aquellas en situaciones de vulnerabilidad, a tener un techo con las condiciones básicas para vivir cómodamente.
A lo largo de la historia y hasta la fecha, las mujeres colombianas han enfrentado desafíos considerables para conseguir un hogar. A pesar de los avances en la legislación y las políticas orientadas a facilitar el acceso a viviendas dignas, persisten obstáculos como la brecha salarial, la precariedad laboral y la discriminación en la obtención de créditos. Estas dificultades se intensifican para las mujeres del ámbito rural y aquellas que son madres cabeza de hogar.
Programas de vivienda para mujeres en Colombia
El gobierno colombiano ha implementado varios programas para facilitar el acceso a la vivienda para mujeres, especialmente aquellas en situaciones de vulnerabilidad. Estos programas abordan desde el leasing habitacional hasta la compra de vivienda, y buscan ofrecer soluciones de vivienda digna para este segmento poblacional, entre alguna de las opciones, encontramos las siguientes:
Mi arriendo, Mi Casa
"Mi arriendo, mi casa" es un programa diseñado para ayudar a las mujeres a acceder a un inmueble en arriendo. En Bogotá, por ejemplo, se ha establecido un subsidio de arrendamiento dirigido específicamente a mujeres, que incluye requisitos específicos para su solicitud. Este tipo de iniciativas proporciona un alivio financiero importante para las mujeres que buscan seguridad y estabilidad a través del arrendamiento, especialmente en áreas urbanas.
Mi ahorro, Mi Hogar
"Mi ahorro, mi hogar" se enfoca en promover el ahorro entre las mujeres para la adquisición o mejoramiento de una vivienda. Esta iniciativa busca proporcionar a las mujeres las herramientas y el apoyo necesarios para adquirir su propia vivienda, a través de asesoramiento financiero y acceso a opciones de crédito favorables.
Subsidio de vivienda para mujeres cabeza de hogar
Este subsidio está orientado a apoyar a las madres solteras que son responsables de sus hogares. Programas como el decreto de “Soluciones Habitacionales” que facilita el acceso a vivienda para mujeres y hogares vulnerables, incluyendo a madres cabeza de hogar. Esta resolución buscan proveer no solo asistencia financiera, sino también un soporte integral en el proceso de búsqueda y adquisición de vivienda.
El acceso a la vivienda en Colombia, es una lucha constante que aún enfrentan muchas mujeres de diferentes estratos sociales que no cuentan con los recursos suficientes o un empleo formal que les permitan cumplir con todos los requisitos que exigen las entidades financieras.
Sin embargo, la creación de programas, por parte del Gobierno Nacional, como “Soluciones Habitacionales” creado para hogares vulnerables, “Mi arriendo, Mi Casa”, una versión más accesible del Leasing habitacional común y “Mi Ahorro, Mi hogar” que promueven el ahorro para adquisición o mejoramiento de vivienda, son alternativas más accesibles que facilitan que estas mujeres puedan adquirir de forma rápida y sencilla una vivienda digna.
Preguntas frecuentes sobre la mujer y el acceso a la vivienda
En Colombia, la noción de vivienda digna se enmarca en varios aspectos fundamentales. Primero, debe ser un espacio fijo y habitable que garantice la seguridad, la comodidad y la adecuación a las necesidades básicas de sus ocupantes. Esto implica no solo una estructura física, sino también el acceso a servicios esenciales como agua, electricidad y sistemas sanitarios adecuados.
Asimismo, una vivienda digna debe ser de fácil adquisición, particularmente para aquellos en situaciones de desventaja económica. Esto significa que las políticas de vivienda deben enfocarse en asegurar que los grupos vulnerables tengan acceso a opciones de financiamiento más accesibles.
El derecho a la vivienda es fundamental para garantizar la dignidad y el bienestar de las personas. Un entorno estable y seguro, así como el acceso a servicios básicos, crecimiento individual y la integración social promueven el desarrollo personal y familiar, lo que fortalece el vínculo entre los miembros del hogar. La sociedad también se beneficia porque al promover el acceso a la vivienda, se impulsa la economía del país y se generan nuevos empleos.