La convivencia sana es importante en cualquier tipo de relación, pero cuando se trata de entablar una comunicación con los vecinos es primordial. La razón es sencilla, los vecinos son una especie de familia con la que se comparte en el día a día; en este sentido, estar al tanto de lo que pasa en sus vidas y conocerlos, conservando las líneas naturales de respeto, es importante.
Según la Real Academia Española, la palabra comunidad significa:
“Conjunto de personas de un pueblo, región o nación”.
Es decir, todas las personas que habitan un edificio o una urbanización forman parte de la “comunidad”, los mismos comparten muchas facetas de la vida; por ejemplo, son padres con niños que van a la misma escuela o les gusta hacer ejercicio en el parque.
Estar al tanto de esos detalles, puede marcar la diferencia entre una sana relación comunitaria o vecinal. Para lograr todo ello, lo primordial es establecer una buena comunicación, que no solo se base en expresar normas de cortesía como saludos por la mañana y al final del día, sino que funcione como un sistema pensado para mostrar interés real de entablar una relación provechosa entre personas que tienen mucho en común.
A partir de allí, lo siguiente es aprender a conocerlos.
Qué se debe saber de los vecinos
Si bien es cierto que no se trata de enterarse de detalles de la vida íntima sobre las personas con las que se comparte, también es verdad que no es posible vivir aislados, porque de una u otra forma, todas las personas dependen de quienes están a su alrededor, por muy alejados que quieran ser, por lo tanto, se hace absolutamente necesario saber quién es el ser humano que está en el apartamento de al lado.
1. Número telefónico
Aunque parezca algo sencillo, saber el número de teléfono de los vecinos puede llegar a salvar vidas, es imposible predecir una emergencia o cualquier situación en la que se requiera la ayuda de alguien, por ello resulta importante conocer cuáles son los canales de comunicación por los que se puede resolver algún conflicto.
2. Enfermedades o alergias
Este es un punto primordial que a veces se pasa por alto. Con la misma idea de preservar la vida del otro y, eventualmente, convertirse en una ayuda, se debe compartir información sobre el estado de salud de los vecinos. Una buena manera de hacerlo es:
Preparar una lista de alergias o enfermedades preexistentes y entregarla a la persona más cercana a la vivienda, haciéndole saber que él puede hacer lo mismo; de esa manera se ayudarán juntos.
3. A quién llamar en caso de emergencias
Suponiendo que la persona viva sola, es prioritario tener un número de contacto de un familiar para saber a quién acudir en caso de alguna emergencia que se pueda presentar. Esto aplica tanto para jóvenes que comienzan a vivir solos, como para adultos en las mismas condiciones.
4. Religión
Este puede llegar a ser un tema algo álgido, no todas las personas se sienten cómodas al pregonar la religión que profesan. Sin embargo, es un asunto que se debe conocer porque de esa manera es posible evitar situaciones incómodas; como, por ejemplo, música con alto volumen mientras un vecino está orando.
5. Gustos o preferencias
En este tópico entra de todo, comida, música, programas de televisión favoritos, libros que les gusta leer. ¿Por qué razón?
Pues si la intención es tejer lazos de una relación sana con las personas que están alrededor, eso se logra paso a paso, prestando especial atención a todo aquello que hay en común entre los habitantes de un mismo piso
Un pastel de domingo, es un regalo que cualquier vecino puede apreciar.
El mundo está cambiando y es preciso aprender a adaptarse, de la mejor manera posible, a todos los retos que esto supone. Hacerlo implica tener la certeza que todos, en algún momento de la vida, necesitarán del otro; pero no solo eso, sino saber que siempre es posible brindar una ayuda que puede cambiar la realidad.
Mientras más solidaridad haya entre los vecinos, mejores relaciones se construirán, siempre pensando en la importancia de construir para no destruir.