Tener un roommate, roomie o compañero de piso requiere de una enorme responsabilidad que tiene con el hecho que va más allá de pagar cuentas. En efecto, vivir la aventura de mudarse junto a una amiga o amigo y compartir los gastos puede resultar emocionante. Es muy probable que piense en las noches de diversión, complicidad y alegrías compartidas; pero también compartidas deben ser las tareas y eso debe saberlo desde antes de dar el paso.
Tome la decisión, pero consciente de que hay reglas que cumplir para una sana convivencia que evitará dolores de cabeza futuros. Es por eso que debe saber que:
Establezcan horarios y respétenlos
Antes de la mudanza, usted y su roomie deben discutir cuándo corresponderá la limpieza, pago de responsabilidades del arriendo, usos de la cocina, de las áreas comunes, del baño, entre otros. Hay aspectos que deben ser flexibles, como las visitas al tocador, así que deben tenerlo en cuenta; pero también hay que dejarlo claramente establecido.
Asimismo, es importante conocer los horarios de las actividades habituales que cada quien. Es probable que uno trabaje por la mañana y otro por la tarde o que uno acuda al gimnasio o la universidad a determinadas horas; así, se respetará el sueño ajeno evitando colocar a horas inadecuadas música o hacer ruido martillo mientras se está descansando de sus tareas.
División de responsabilidades
Hay que dejar claro quién paga el alquiler, las facturas de los servicios y el mercado. Determinar con claridad si serán gastos compartidos o la dinámica que tendrán. Además, deben asumir la responsabilidad de hacerlo con puntualidad o tener a la vista un calendario con la fecha, mes por mes, del pago de los compromisos adquiridos.
Organización
La clave tener un hogar ordenado es, precisamente, manteniéndolo. Si utiliza un objeto, déjelo en su lugar al terminar con él y haga la observación cuando su roommie lo deje fuera de su lugar. Si lo permite una vez, pasará cada vez con más frecuencia. Puede que usted mantenga su habitación o no en el más estricto orden, pero de la puerta para afuera es un lugar de uso común y hay reglas previamente establecidas que respetar.
Visitas
Este es un punto que bien vale la pena ser analizado, pues muchas veces se considera una falta de respeto las visitas que recibe el roommate y no se tiene en cuenta las que usted recibe. Establezca las normas sobre este punto.
- Pareja: defina las visitas de su pareja y evite que el lugar que era para dos termine siendo para tres. Para su compañero de casa no será muy agradable incluir a una tercera persona sin ser consultado; al tiempo que compromete más aún la intimidad del hogar.
Evítele a su colega momentos incómodos, como presenciar una pelea con su pareja o que los vea pasados de cariñosos en las áreas comunes.
- Si va a tener varios invitados, dígaselo antes a su roommate. No es agradable que llegue a casa y se encuentre por sorpresa una reunión.
- Si alguna visita causó un daño, es responsabilidad de la persona que lo invitó reparar o reponer lo deteriorado.
- Es una descortesía que las visitas duren demasiado. Podría considerarse un abuso que un amigo dure tres días cada vez que llegue de visita; caso contrario a alojar a alguien que viene de viaje, pero siempre es importante conversarlo.
- Cuando los invitados se vayan, el anfitrión deberá limpiar y ordenar la casa sin que pasen días antes de hacerlo.
Sea empático
Además de las responsabilidades enumeradas, mantendrá una buena relación con la persona que vive si mantiene una sana comunicación cuando sea evidente que atraviesa por un problema. Escúchelo, probablemente necesite un consejo o palabras de aliento.
Si después de estos consejos desea continuar, regálese la oportunidad de mudarse y asumir esta gran responsabilidad.
Respeto a lo ajeno
No tome nada prestado sin pedirlo antes, por mínimo que sea. Usted no sabe si ese gesto que considera pequeño e insignificante le descuadre las cuentas a su roommate.
Respetar el espacio de la otra persona. Que vivan juntos no quiere decir que deban hacer todo en pareja. Una puerta cerrada es un mensaje claro y preciso.
También debe tomar en cuenta lo siguiente:
Respeto a lo ajeno
No tome nada prestado sin pedirlo antes, por mínimo que sea. Usted no sabe si ese gesto que considera pequeño e insignificante le descuadre las cuentas a su roommate.
Respetar el espacio de la otra persona. Que vivan juntos no quiere decir que deban hacer todo en pareja. Una puerta cerrada es un mensaje claro y preciso.
Comida
Dividirse los gastos de la comida es una idea que funciona solo si se avisa con tiempo.
Limpieza
Si ensució algo, límpielo. Su compañero no es un sirviente que tenga que pasar un paño al café derramado o al baño húmedo después de su baño, pues a la larga podría cansarse de la situación.
Organización
La clave tener un hogar ordenado es, precisamente, manteniéndolo. Si utiliza un objeto, déjelo en su lugar al terminar con él y haga la observación cuando su roommie lo deje fuera de su lugar. Si lo permite una vez, pasará cada vez con más frecuencia. Puede que usted mantenga su habitación o no en el más estricto orden, pero de la puerta para afuera es un lugar de uso común y hay reglas previamente establecidas que respetar.
Hay que establecer límites
En toda relación es sano formularlos para evitar malos entendidos. Este es un espacio entre usted y la otra persona, y viceversa, que marcará la línea entre lo que se considera un trato sano y las faltas de respeto.