La cocina es uno de los lugares más llamativos de todo el hogar, y además, juega un papel muy importante, pues en la actualidad se ha convertido en uno de los espacios sociales clave de la familia. Por eso, se ha vuelto tan importante que sea un área que a simple vista sea moderna, organizada y sobre todo, que al realizar alguna renovación, esta se lleve a cabo para que las personas que habitan el lugar arrendado se sientan completamente a gusto.
Es importante recalcar que las personas que viven en arriendo, deben procurar tener mucho cuidado realizar cualquier mejora. Deben recordar que antes de hacer cualquier cambio o remodelación, se debe pedir la autorización al dueño del inmueble. A continuación le indicamos algunos consejos para darle un toque nuevo y fresco a la cocina de su hogar.
Pintar los muebles
En caso que los muebles estén muy deteriorados y la persona tenga pensado vivir en la propiedad a largo plazo una buena solución es pintar los muebles. De esta forma podrá darle vida a cada gabinete, sin la necesidad de sustituirlos. Además que al tratarse de tan solo una mano de pintura, el propietario no debería poner obstáculos.
Aunque pintar los muebles es mucho más económico que sustituirlo, eso es trabajo del propietario. En el caso que el arrendatario desee pintar los muebles, puede llegar a un acuerdo con el propietario, ya sea en meses de arriendo, o incluso que el dueño compre la pintura, y el arrendatario pinte.
Cambiar las manijas
Aunque parezca mentira, las manijas pueden cambiar para bien o para mal la apariencia de un mueble, normalmente estas se rompen o se deterioran por el uso cotidiano. Por esa razón, el arrendatario con tan solo cambiar las manijas por unas más nuevas, puede darle vida a un mueble.
Los propietarios no deberían dar problemas, debido a que se trata de un cambio menor, así que el arrendatario no tiene por qué preocuparse de tener problemas para cambiarlas.
Pintar las paredes
Pintar es una de las formas eficaces de mantener el hogar como nuevo. Al igual que los muebles, pintar las paredes le da vida a la cocina, de hecho, esto es una las cosas más comunes que hacen las personas a la hora de decorarla. Es una forma muy efectiva con la cual el arrendatario puede mejorar este espacio, sin la necesidad de hacer cambios drásticos.
En este caso, el arrendatario tiene que hablar con el propietario para preguntarle si estaría de acuerdo con cambiar el color de las paredes.
Cuando un arrendatario quiere hacer cambios en una propiedad, es necesario que le notifique al arrendador, esto es algo que normalmente se establece en el contrato.
Darle más luz a la cocina
La luminosidad juega un papel importante a la hora de renovar un lugar, En la cocina, tener un espacio bien iluminado nos va a brindar una sensación de armonía pura y mucha calma además de darnos la impresión de que el área donde se encuentra la concentración de luz, se vea más amplia. Se recomienda que si es una cocina que tiene la entrada de luz natural, se complemente con luz artificial ubicándola de forma estratégica para lograr ese efecto de plenitud y buen tamaño.