Las tareas de la casa pueden ser un verdadero calvario, sobre todo cuando no se cuenta con el tiempo suficiente para desarrollarlas o alguien que ayude a ello. Tomar la decisión de vivir solos, requiere de asumir responsabilidades, entre ellas el cuidado del hogar y todo lo que ese proceso implica. En este sentido, es importante tener en cuenta que una buena planificación puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso e incluso en actividades sencillas como:
- Aseo general
- Cocinar
- Lavar y planchar la ropa
- Ordenar la casa
Para ello se requiere disciplina, organización y muchas ganas de hacer las cosas bien, además de ciertas acciones que serán de mucha utilidad.
1. No acumular tareas
Esta es una estrategia eficaz, porque permitirá tener todo en orden, cuando la cantidad de ropa sucia se acumula o se deja de lavar platos por días, el momento de retomar la labor, será más complicado. Pero, además, esto termina en un comportamiento molesto cuando se vive en compañía de alguien, respetar el espacio común es una de las primeras normas de convivencia.
2. Mantener el orden
Una acción tan sencilla como esta puede marcar una diferencia abismal, mantener en orden la casa hará que se vea más limpia. Tener cajas o muebles para guardar zapatos, libros o papeles del trabajo, es el primer paso para tener todo bajo control y no sobrepasar límites. Además, significa que el dueño perderá menos tiempo cuando quiera buscar algún elemento pues siempre estará en el mismo lugar.
3. Cuelga la ropa
La vida de una persona soltera y profesional, cuando se dedica de lleno al trabajo, es más difícil de lo que se cree. Si bien es cierto que no debe cumplir con las actividades relativas al cuidado de niños o tener al día la ropa del esposo, tiene un compromiso importante consigo mismo. De la lavadora a secar y luego al closet, una estrategia positiva para ahorrar ciertas angustias.
4. Establecer un día de limpieza
Aquí entra en juego otro factor importante, la organización. Escoger un día de la semana para hacer la limpieza y procurar cumplirlo, es una idea interesante; la buena noticia es que puede decidir si lo hace todo un solo día, o lo parte en dos jornadas de trabajo. Lo importantes es fijar una fecha y cumplirla.
5. La ley de los 15 minutos
Esta práctica consiste en dedicar 15 minutos al día, sin importar la hora, a poner orden para la realización de los trabajos de la vivienda. El objetivo principal de esto es controlar el desorden, así, cuando se dedique tiempo a limpiar como debe ser, todo será más sencillo.
6. Cuidado con la cocina
Mantener orden en la cocina implica tres aspectos:
- Tener la comida organizada en los estantes
- Limpiar y lavar los platos después de cocinar
- Mantener lo que se guarda en la nevera en su lugar
De esa forma, cuando se debe hacer la limpieza todo estará donde debe estar.
7. Dividir el trabajo
Aunque esto aplica solo para las personas que viven en compañía, dividir la tarea entre quienes habitan en un lugar, es importante. Así, cada uno se organizará a su estilo y tiempo, si se comprometen con no dejar de cumplir estos oficios, entonces tendrán una vivienda realmente ordenada.