El mundo de los arrendamientos es bastante amplio, ya que, existen muchas alternativas que van más allá de arrendar u ofrecer un intercambio económico por la utilidad del inmueble. Lo que se quiere decir es que hay varios procesos legales a los que muchos arrendadores y arrendatarios se someten, estando o no en la normativas legales de Colombia.
Un aspecto primordial y muy realizado por los inquilinos es subarrendar parte de la propiedad, ya que, es una forma de obtener ingresos adicionales, obteniendo una responsabilidad de más por un inmueble que no es de su propiedad.
¿Qué es subarrendar?
Se trata del arrendamiento de un inquilino secundario que es aceptado por el inquilino principal para que habite parte del inmueble, es decir, una habitación por ejemplo. Donde el arrendador principal se convertirá en arrendador secundario y el mismo será responsable en su totalidad de las causas y consecuencias que pueda hacer la nueva persona arrendada.
Existen muchas razones por la que un inquilino busca subarrendar un inmueble, pueden ser:
- Se va de viaje y no quiere perder el inmueble.
- Se quiere mudar antes de que el contrato termine.
- Desea tener ingresos adicionales.
- Desea irse de la ciudad por un tiempo largo.
¿Cómo se puede comenzar a subarrendar una vivienda? ¿Es legal?
Si bien es cierto, en la ley 820 del 2003 de Arriendo y Vivienda Urbana afirma que está totalmente prohibido subarrendar, por lo tanto, ningún inquilino tiene la posibilidad de subalquilar el inmueble. Sin embargo, el arrendador puede autorizar al arrendatario a subarrendar sin problema alguno, siempre y cuando este permiso se encuentre escrito en el contrato de arrendamiento, si no, puede modificarse y agregar dicha parte. Esto con la finalidad de que si en algún momento llegase a ocurrir algún tipo de inconveniente, ambas partes tengan como respaldarse y certificar que la decisión fue consensuada.
Ahora bien, para poder subarrendar se tienen que tener en cuentas varias cosas:
- Autorización del arrendador: evidentemente no se puede subarrendar sin el permiso legal del propietario, de otra forma, sería completamente ilegal. De hecho, el arrendador podría imponer una demanda por incumplimiento del contrato.
- Contrato: no se puede subarrendar sin realizar un contrato de arrendamiento. Se tiene que recordar que un contrato es un documento legal que certifica y valida las obligaciones, responsabilidades, deberes y derechos de ambas partes. Es considerado la parte esencial de todo el proceso de subarriendo. Allí, se deben instaurar diferentes cláusulas que legitimen las necesidades de cada quien. Por ejemplo: duración del contrato, canon mensual de arriendo, responsabilidades, obligaciones, si existe derecho de renovación o prorrogación, entre otros.
- Buena planificación: se tiene que recordar que el inquilino toma doblemente obligaciones, ya que, es responsable del inmueble como arrendador secundario, pero, a su vez en el arrendatario principal. Es recomendable mantener siempre la comunicación, reglas concisas, y revisión constante del inmueble. Cuando se dice buena planificación, hace referencia, precisamente a que el mismo mantenga la propiedad en buenas condiciones para que no se presenten problemas legales con el propietario de dicho bien.
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