Cuando se trata de arrendar una propiedad el proceso tiende a ser en muchos casos complicado, largo y tedioso. Puesto que, antes de alquilar un inmueble se deben conocer las leyes colombianas para no tener ningún inconveniente durante y luego de la firma del contrato.
Existen diferentes obligaciones tanto del arrendador como del arrendatario que deben cumplir. Sean pagos, responsabilidades de seguro de arrendamiento, cuidados del inmueble, redacción del contrato, entre otras cosas.
Mayormente se piensa que arrendar una propiedad solo se trata de firmar un contrato y pagar la mensualidad estipulada por el propietario sin falta. Sin embargo, este es un tema delicado que puede convertirse en un problema si no se tiene conocimiento de las leyes y las futuras situaciones que puedan suceder en la cotidianidad del inquilino que lo comprometa a realizar ciertos pagos en lo que no estaba al tanto.
¿Cuáles son los gastos del arrendador?
Por lo general, el arrendador debe responsabilizarse de los gastos relacionados con los beneficios y cuidados de la comunidad. Es decir, hacerse cargo de los pagos de jardinería, personal administrativo, piscina, gimnasio, mantenimiento de ascensores, entre otros. A su vez, debe tomar responsabilidad por el agua caliente y la calefacción de todo el inmueble.
Casi siempre, los gastos que le deben corresponder al propietario son aquellos considerados como –extraordinarios-, puesto que se entrelaza con los bienes durables, como ejemplo, las pinturas del edificio, cambio y mantenimiento de objetos o artefactos de la comunidad donde vive, y, arreglos estructurales que requieran alguna modificación.
Así mismo, el seguro de arriendo en general o contra incendio debe ser cancelado por el propietario del inmueble. Ya que, las cuotas pueden ser un poco elevadas y el inquilino normalmente no posee el dinero ni la disponibilidad para responsabilizarse sobre el caso.
¿Cuáles son los gastos del arrendatario?
El arrendatario tendrá la responsabilidad de cancelar mensualmente el precio estipulado dentro del contrato. Además que deberá asumir todo gasto individualizado, es decir, las facturas, alimentos y daños hechos por sí mismo. Por tanto, las reparaciones y averías deben caer bajo la responsabilidad de pago del inquilino. Esto hace referencia a aquellas lesiones que sean provocadas por el habitante del inmueble que provoque un desgaste del uso de la vivienda.
Por su parte, los servicios deben ser cancelados por el arrendatario, estos pueden ser mensuales, semestrales o trimestrales. Aunque no estén incluidos en el contrato, la electricidad, agua y gas, servicio de limpieza, internet, televisión y cualquier otro servicio básico que se encuentre dentro de la vivienda deben ser pagados por el inquilino.
Así mismo, el depósito y garantías que le exige el propietario, también cae en la responsabilidad del inquilino. Aunque, en muchos casos el arrendador no los pide con obligatoriedad. En caso de ser el contrario, el inquilino debe correr con ese gasto, donde pueden ser el depósito de un mes o dos meses de adelanto.