Arrendador o arrendatario: ¿Quién se hace responsable de las reparaciones?
Un inmueble es una gran responsabilidad, y para cualquier persona poseer una vivienda o un establecimiento comercial implica una larga lista de gastos que se deben considerar. El pago por los servicios de condominio, las juntas de vecinos para mantener las áreas comunes en óptimo estado, los pagos de impuestos y los servicios extras, entre otras cosas, sin embargo, estos no son los únicos gastos y responsabilidades que un propietario debe considerar, ya que, en muchos casos, las estructuras de las viviendas tienen mucho tiempo desde que fueron construidas y se necesita de revisiones temporales para evitar daños que perjudiquen la estructura completa del inmueble.
Cuando se decide arrendar un inmueble, es importante considerar que estas responsabilidades seguirán estando presentes y que no sólo el inquilino se verá perjudicado si algo malo pasa, sino que el dueño del inmueble también tendrá que responder y responsabilizarse por los daños causados.
Las reparaciones por daños en un inmueble pueden ser parte del día a día; el mal uso de los artefactos, el tiempo de vida útil de las cosas y el cambio periódico que debe hacerse con respecto a partes funcionales de un inmueble, por ejemplo: el caso de las tuberías, pisos y paredes.
¿Quién debe hacerse responsable de las reparaciones en un inmueble?
La responsabilidad de las reparaciones de un determinado inmueble recae a quien le compete según lo pautado en el contrato de arrendamiento. En ese sentido, si se ha dispuesto a que el inquilino sea responsable de todo lo que suceda y deba devolver el inmueble en las mismas condiciones que se le entregó, se debe seguir ese acuerdo.
Los daños por mal uso siempre deberán ser responsabilidad del inquilino si ha sido el culpable de ese deterioro, sin embargo, cuando se habla de lineamientos legales y no se ha estipulado acuerdos concretos de responsabilidad por daños en el contrato, la responsabilidad por daños mayores siempre recae en el arrendador, ya que existen reparaciones que no se deben a un mal uso de las instalaciones, sino que han sido causadas por el desgaste de los años.
¿Qué tipos de reparaciones pueden existir?
Existen varios tipos de reparaciones para que el inmueble pueda ser un lugar habitable y digno para cualquier persona.
1. Reparaciones locativas
Las reparaciones locativas son arreglos periódicos que se realizan para mantener la funcionalidad y habitabilidad del inmueble. Funcionan para el mantenimiento de la higiene y estabilidad estructural y en la mayoría de los casos este tipo de reparaciones son responsabilidad del arrendador.
2. Reparaciones no locativas
Reparaciones que no son necesarias para mantener la habitabilidad, sin embargo, se realizan para crear condiciones estéticas más agradables para quien resida en el inmueble. Las remodelaciones pueden ser un ejemplo de ello y son completa responsabilidad del arrendador, salvo que el arrendatario quiera correr con estos gastos, pero incluso en ese caso, deberá consultarlo con el propietario del inmueble.
3. Mejoras y reemplazos
Artefactos deteriorados y dañados, el arrendador se debe responsabilizar por su reemplazo siempre que no haya sido culpa del inquilino el deterioro de los mismos. Si el daño ha sido causado por caducidad del tiempo de vida, es el arrendador quien se hace responsable de cambiarlos.
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