Un seguro de arrendamiento es algo importante que no puede faltar cuando una persona pone su propiedad a disposición para ser arrendada, pues muchas veces, se pueden presentar diversos inconvenientes con los inquilinos y es necesario utilizar el respaldo que ofrecen las compañías aseguradoras que se hacen cargo de cubrir cualquier problema causado durante la estancia del arrendatario en la vivienda.
¿Cómo funciona un seguro de arrendamiento?
En primera instancia se debe saber que existen empresas que se dedican a ofrecer servicios que respaldan cualquier tipo de inconveniente de sus clientes. En el sector inmobiliario, se trata de una compañía que cubre las carencias económicas del arrendador cuando el arrendatario comete algún tipo de infracción, como por ejemplo:
- Incumplimiento con el pago del canon mensual de arrendamiento.
- Que haya cometido daños al inmueble y tenga consecuencias graves, como filtraciones.
- Modificaciones sin autorización.
Esta empresa puede solventar eficazmente los problemas que el dueño del inmueble tenga durante y después de la estancia de un mal inquilino.
¿Quién se hace cargo de pagar el seguro de arrendamiento?
Es importante saber que la decisión de contar con los servicios que ofrece una aseguradora no es obligatoria y tampoco está determinada por la Ley 820 de 2003 de Arriendo y Vivienda Urbana. No obstante, sí es una recomendación general que se hace a los arrendadores para no estar expuestos ante cualquier eventualidad que pase con el inquilino.
Teniendo en cuenta lo anterior, llevar a cabo la contratación con una empresa aseguradora es algo que le corresponde al arrendador, sin embargo, existen casos donde muchos propietarios cuando se realiza el contrato de arrendamiento ofrecen al inquilino pagar parte de las cuotas mensuales o anuales de esta póliza, ya que en muchas ocasiones el respaldo también se brinda al arrendatario, o un acuerdo para que ambas partes paguen la mitad del valor de la póliza.
¿Qué cubre un seguro de arrendamiento?
En el mercado inmobiliario, existen diferentes empresas aseguradoras que se dedican a ofrecer este tipo de pólizas, las cuales ayudan a garantizar la tranquilidad de las partes involucradas en el acuerdo contractual. Existe una variedad de pólizas y coberturas, todo dependerá de las necesidades del dueño y del inquilino, de los servicios que estén incluidos y de lo que cada propietario pueda pagar, generalmente un seguro de arrendamiento respalda las siguientes situaciones:
Deudas del inquilino
Aquellos meses de arriendo que no fueron pagados, el seguro de arrendamiento los puede cubrir por hasta 36 meses mientras se resuelve el problema legal con el arrendatario por incumplimiento contractual. Así mismo, el pago de la cuota de administración cuando la vivienda pertenece a propiedad horizontal y también el pago de los servicios públicos que estén pendientes cuando el arrendatario desocupe la propiedad.
Daños al inmueble
Existen inquilinos que se toman la potestad de hacer modificaciones en la vivienda sin autorización, además de ser una acción ilegal, también pueden causar consecuencias graves al predio. La póliza también cubre el pago de elementos de dotación y accesorios que hagan parte fundamental de la propiedad y reposición de artículos que hayan sido incluidos en el inventario y se hayan perdido al finalizar el contrato.
Por otro lado, los inquilinos también pueden beneficiarse al contratar un seguro de arrendamiento, pues este respaldo puede protegerlo de desperfectos que no pudieron detectarse al momento de ser entregada la vivienda en arriendo.
Asesoramiento legal
Cuando se decide poner en arriendo una vivienda, es fundamental que tanto el propietario como el inquilino estén amparados ante la ley, por tal razón los contratos de arrendamiento deben ser revisados ante un abogado o personal de las compañías aseguradoras y este es un gasto que las pólizas de arriendo cubren para que quede dentro de las especificaciones contractuales y no haya cobros adicionales.
Los seguros de arrendamiento son parte importante del proceso para tomar en arriendo una vivienda, ya que, respaldan los pagos que va a recibir el propietario y garantizan la integridad del inmueble, en caso de que haya incumplimiento por parte del inquilino. A su vez, respaldan al arrendatario en caso de que necesite asesoría legal por alguna alteración con las condiciones en las que se entregó la vivienda u otro inconveniente con el arrendador.
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