El contexto legal de un arriendo es trascendental. No es recomendable alquilar un inmueble donde no existan elementos que regulen aspectos importantes, tales como comportamientos, cancelación del pago mensual, condiciones, derechos y deberes de ambas partes. Así que para cumplir con ello se deben realizar o al menos tener en cuenta ciertos factores básicos para hacer del arrendamiento uno mejor.
La finalidad principal de que un alquiler se encuentre regulado por las leyes son dos:
- En primera instancia porque es una forma de validar un acuerdo entre ambas partes.
- Y, segundo, porque generalmente los contratos tienden a ser anuales, lo cual es mucho tiempo para consolidar y mantener una buena relación. Es decir, si en dado caso llegase a suceder un inconveniente, entonces, se pudiera resolver sin tanto problema.
¿Qué se recomienda para tener un arriendo exitoso?
Arrendar un inmueble requiere de responsabilidad, compromiso y cumplimiento de las normas que exige el país. Para lograr buenos resultados se deben obligatoriamente tener los aspectos mencionados anteriormente. Ya que, durante el proceso y el lapso de estadía de un inquilino pueden ocurrir acontecimientos desfavorables, donde existiría pérdida de dinero y tiempo. Así que, pensar en cuáles son las estrategias para tener éxito es fundamental.
Para comenzar se tiene:
- Siempre recurrir o tener un abogado inmobiliario: todo contexto legal en un negocio donde exista dinero, propiedades y tiempo debe tener un defensor que conozca muy bien las leyes que giran en torno a los alquileres. Un abogado inmobiliario es fundamental para redactar documentos legales, hacer una validación del mismo y cumplir con los requerimientos necesarios, es decir, asesorando de la forma correcta.
- Hacer un contrato con buena estructura: el contrato de arriendo es uno de las cosas esenciales que todo arrendador debe de realizar. Es necesario conocer cómo se debe redactar, estructurar y cuáles son las cláusulas más importantes que se tienen que postular en el documento legal. Pues el mismo es el respaldo en dado caso de que suceda algún tipo de inconveniente.
- Hacer el contrato frente al notario: para aportar legalidad y responsabilidad el contrato de arriendo, es recomendable buscar un notario que establezca cuáles serán las cláusulas y obligaciones de cada parte. Esto funciona para solucionar problemas frente a un procedimiento judicial.
- Tener en claro qué es lo que se quiere: tanto el inquilino como el arrendador tienen que pensar muy bien cuáles serán los requerimientos favorables y equitativos para los dos. Ambos deben cumplir con ciertos derechos y deberes. Así que, para saber cómo redactar y qué postular en el contrato, hay que identificar las normativas.
- Establecer garantías: es importante poner en la mesa las garantías que se quieren. Ya que es una forma sencilla de evaluar si es conveniente o no para el inquilino arrendar dicha propiedad. De todos modos, se puede dialogar con la contraparte para dar una equidad y cláusulas justas.