El mundo legal es muy extenso y complicado para aquellos que no son conocedores de la materia, y esto hace que surjan confusiones entre algunos términos o también combinaciones de conceptos que no deberían ser.
Uno de los ejemplos más comunes son los tipos de contratos y sus funcionalidades, tal como el contrato de comodato y el de arrendamiento, y en la sociedad colombiana se suelen entrever ambos conceptos dándole un mal uso. Esto es inadecuado y hasta cierto punto ilegal, de hecho, podría surgir un sinfín de problemas con respecto a ello.
¿Qué es un contrato de comodato?
En primera instancia se debe saber que este modelo de contrato se encuentra regulado dentro de las legislaciones colombianas en el artículo 2.200 del Código Civil, el cual afirma que el comodato o también llamado préstamo de uso es un acuerdo en el que una de las partes hace entrega a la otra de un inmueble o mueble no fungible de forma gratuita para que haga uso de él, pero con la condición de que la restituya después de terminar con el uso de este y lo entregué en el mismo estado que lo recibió. Cabe aclarar que este contrato aplica para cualquier tipo de bien inmueble, pero no sobre dinero y tampoco alimentos.
Es importante saber que en este tipo de contrato una parte es llamada “comodante”, quien es la que hace la entrega de un inmueble de su propiedad, a la otra parte, llamada comodatario para que haga uso de esta. En cuanto a las características principales de este tipo de contrato, se encuentran:
- Completamente gratuito.
- El poder no puede ser transferible.
- El comodatario debe explicar cuál será el uso determinado.
- El beneficiado debe entregar en buen estado el inmueble.
Diferencias entre el contrato de arrendamiento y el de comodato
La diferencia principal es que cuando se arrienda, la persona que va a habitar en el inmueble debe cumplir con un canon mensual durante el tiempo determinado en el que haga uso del inmueble; mientras que en un comodato, la persona que vivirá en la propiedad no debe cancelar ningún valor económico, ya que así lo quiere el propietario.
Otra diferencia es que en el contrato de arrendamiento puede generarse una cesión contractual, lo cual quiere decir que las obligaciones, deberes y derechos (por cualquiera de las partes involucradas) pueden ser transferidos a otra persona. Por su parte, el contrato de comodato no puede ser transferible, ya que, el propietario solo accede a realizar la entrega del inmueble a una sola persona desde el inicio hasta la entrega del inmueble.
Otra diferencia es la duración de ambos acuerdos. En el contrato de arrendamiento existe una fecha de inicio y terminación que se estipula en las cláusulas citadas dentro del acuerdo y que son reguladas por la Ley 820 de 2003, donde por regla general este termina cuando se cumple el plazo pactado y una de las partes decide no renovarlo. El contrato de comodato no tiene una fecha para la restitución del inmueble y todo va a depender del propietario y sus querencias.
Le puede interesar: Tipos de contratos para alquilar un inmueble.