Cuando se trata de una negociación de bienes raíces, siempre se hace necesario diligenciar un contrato que certifique los acuerdos establecidos entre las partes. Es fundamental la realización de dicho documento legal, sobre todo, cuando existe una relación entre un arrendador y arrendatario, ya que, por ser acuerdos a largo plazo a través del tiempo, pueden generar polémicas.
Esto mismo sucede con los arrendamientos turísticos, pues la normativa exige que la cantidad de tiempo máximo para arrendar el inmueble sea de treinta días hábiles, lo cual se toma como un tiempo apropiado para hacer uso del inmueble. Los contratos con fines turísticos, también llamados contratos de hospedaje, son esenciales cuando se desea concretar este tipo de negocio, razón por la cual se debe conocer qué es y analizar cuáles son las cláusulas fundamentales que debe tener el acuerdo contractual.
¿Qué es un contrato de arrendamiento turístico?
El contrato de arrendamiento vacacional es un acuerdo que se realiza entre el huésped y el arrendador, con el fin de proponer y postular los intereses legales de cada una de las partes. En este documento se estipulan y registran los derechos, deberes y acciones que cada parte debe cumplir.
Como la mayoría de convenios que implican la utilización de un inmueble para el disfrute a cambio de una remuneración económica están regularizados por normativas colombianas, este tipo de contrato también debe hacerlo, por lo tanto, tiene que regirse por las legislaciones correspondientes, tales como el Decreto 2590 de 2009 o el Código de Comercio y Turismo de Colombia.
¿Qué debe incluir?
Con el objetivo de reglamentar la prestación del servicio de una vivienda con fines turísticos, las legislaciones colombianas exigen que el contrato de arrendamiento incluya los siguientes apartados:
Información personal de las partes involucradas
Es importante que las personas que van a tomar el alojamiento ingresen en el contrato su información personal como es el nombre, los apellidos, el número telefónico, la ciudad donde reside y el correo electrónico, ya que estos datos son uno de los requisitos para el registro turístico que exige la ley. Del mismo modo, en el contrato debe aparecer la información personal del arrendador, junto con la información de la vivienda y el permiso de funcionamiento, otorgado por las instituciones competentes.
Duración del contrato
Este apartado es sumamente importante, pues se debe tener en cuenta que, de acuerdo con la legislación pertinente, una vivienda turística solo puede alojar a los huéspedes durante 30 días hábiles o menos. Si una persona desea tomar en arriendo el inmueble por más tiempo, debe saber que las condiciones cambian, lo cual haría que se generara un acuerdo diferente, ya que un contrato de arriendo de vivienda urbana es diferente a un contrato de vivienda con fines turísticos.
Términos y condiciones
Este apartado hace referencia a los deberes y derechos de las partes involucradas. No se puede llevar a cabo un contrato si no se expresan las obligaciones de cada persona, como por ejemplo, el precio que el huésped va a pagar por la utilización del inmueble, cuál será el método de pago, cómo será la forma de liquidar, es decir si diario, quincenal o de otra manera. Por otro lado, las responsabilidades del arrendador, como por ejemplo, que la vivienda esté en condiciones óptimas, que cuente con el mobiliario necesario para la estancia de los huéspedes, normativas del conjunto residencial (en caso de ser parte de propiedad horizontal), entre otros.
¿Es obligatorio un contrato de arriendo vacacional?
Debido a que la utilización de vivienda con fines turísticos está regularizada por normativas legales, el acuerdo no se toma como contrato de arrendamiento sino como un contrato de hospedaje y este debe ser obligatorio. No se puede realizar un negocio de este tipo sin la existencia de un acuerdo en el que se indiquen las cláusulas, responsabilidades y obligaciones de ambas partes. Además, se considera de mucha utilidad si se presentara algún tipo de inconveniente que generará un conflicto, pues es un medio legal para dejar claro lo que se acordó, cuándo y cómo.
Las viviendas con fines turísticos deben estar inscritas ante el Registro Nacional de Turismo, la inscripción es un requisito obligatorio para que la propiedad pueda utilizarse como hospedaje. Si una persona quiere tomar un servicio de este tipo, debe asegurarse que el inmueble cumpla con esta característica para no estar incurriendo en un hecho ilegal.
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