Para todas las familias, velar por el bienestar, la seguridad y la comodidad de sus hijos es una de las prioridades más importantes de los integrantes del núcleo, más aún, si el infante presenta alguna condición específica. Los niños con autismo son personas que asimilan de forma diferente el mundo, y por ello requieren de medidas especiales para favorecer su desarrollo y garantizar su tranquilidad en casa.
Son muchos los niños que poseen el Trastorno del Espectro Autista o mejor conocido como TEA, sin embargo, el entorno, es decir, la sociedad, familiares, amigos, entre otros, muchas veces no se encuentran preparados para asimilar esta condición, ignorando cómo se pueden suplir las necesidades para su desarrollo personal. La organización de su habitación es una de ellas y a continuación encontrará algunos aspectos que debe tener en cuenta para llevarla a cabo.
Todos los niños con el TEA son diferentes
Es importante mencionar que cada infante que padece este trastorno es totalmente diferente, pues cada uno mantiene una personalidad determinada, y todo lo que sucede a su alrededor puede afectar su desarrollo, por tal razón resulta necesario identificar cuáles son las cosas que les gusta al infante para determinar por dónde comenzar.
Cada espacio debe ser un estímulo
Todos los niños con el Trastorno del Espectro Autista deben permanecer y mantener un estímulo constante, por consiguiente cada espacio debe ser uno creativo que pueda ayudar a sus necesidades, por ejemplo, tener cerca estimulación lingüística, neurocerebral, visual, entre otros.
Sin embargo, hay que tener presente que el niño autista es un ser cambiante, en continua evolución y crecimiento por lo que se debe contemplar situaciones de cambio, por lo que estos espacios deben ser cómodos para ellos, y además ser zonas donde ellos tengan la tranquilidad necesaria para poder desarrollarse sin afanes y a su ritmo.
Organizar muy bien la habitación
El orden es un aspecto principal en cualquier ambiente, sea un niño autista o no, lo ideal es enseñar a mantener los espacios arreglados y cada objeto en su sitio. El infante debe reconocer para qué funciona cada espacio y elemento que lo rodea, por ejemplo, es fundamental que identifique el lugar donde pueda dormir, estudiar, jugar, y vestirse. Aunque no parezca relevante, es necesario entender que de esta manera el niño se está enseñando y estimulando.
Pensar en los colores y dibujos
Este apartado dependerá mucho de los colores con el que el infante se sienta cómodo, pues no todos pueden disfrutar de los mismos colores brillantes, opacos o luminosos, sin embargo, lo ideal es que el cuarto tenga colores que representen la tranquilidad, paz y descanso.
Por su parte, pegar los dibujos en las paredes puede ser parte del estímulo visual por parte del niño o niña. No obstante, es recomendable siempre ubicarlos en un lugar que no sea perturbador, por ejemplo en el techo de la habitación, entre otros.
Los niños con el Trastorno del Espectro Autista son personas que poseen capacidades diferentes, por eso, aprender a identificar sus necesidades para fomentar su desarrollo personal, como por ejemplo, la organización de su habitación.
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