Uno de los sueños más grandes de las personas es poseer su propio espacio para desenvolverse acorde a sus necesidades. Normalmente, es una meta que todo individuo debe cumplir. Tener una vivienda propia actualmente es una responsabilidad costosa pero no imposible, así que, el ánimo y las ganas pueden estar latentes hasta que se logre dicha prioridad.
Muchas personas al momento de comprar o arrendar una vivienda se plantean muchas preguntas al respecto, tales como ¿cuál es la mejor zona? ¿Cuál es el tamaño indicado? ¿Es mejor comprar/arrendar usada o comprada? Y, muchas otras más. Es normal pensar este tipo de cosas, ya que forma parte de la organización y planificación del cumplimiento de la meta propuesta.
¿Nuevo o Usado?
Esta es una de las preguntas más frecuentes que las personas se plantean. Así que, se le debe dar la importancia correspondiente para determinar qué es más conveniente en el proceso de planificación.
Según el DANE afirma que la mayoría de los colombianos han inclinado sus preferencias por darle utilidad a las viviendas que ya han sido usadas. Pues poseen muchas ventajas en comparación a aquellos inmuebles que son nuevos. Por lo tanto, el DANE dice que entre abril y marzo del año 2020 las cifras aumentaron el 1% en las viviendas usadas en relación a otros estudios realizados años anteriores. Lo que se interpreta que en los años pasados hasta la actualidad se ha incrementado la utilidad hacía los inmuebles usados antes de comprarlos o arrendarlos nuevos.
¿Qué es lo que hace que los colombianos prefieran una vivienda usada?
Pues adquirir una propiedad usada ofrece un sinfín de beneficios acorde a las necesidades y gustos del individuo que la desea. Tal como:
- Adquisición rápida: cuando se trata de un inmueble usado los trámites suelen ser muchos más agilizados en comparación a una vivienda nueva. Esto se debe a que la propiedad ya ha pasado por varios pasos de documentación legal. Lo que conlleva a que la mudanza pueda ser más rápida y fácil de realizar.
- Precios bajos: por ser –usada- el precio puede disminuir bastante. Casi siempre, los inmuebles que han sido utilizados tienden a estar en remate y con rebajas significativas. Lo cual es bueno aprovechar.
- Economía estable: el punto anterior incrementa a que la familia obtenga un ahorro de dinero bastante importante. Ya que, la diferencia de precios entre una propiedad nueva o usada es relevante.
- Mayor espacio: claro está que este apartado va a depender de los gustos y necesidades de las personas. Sin embargo, por tener un precio mucho menor a un inmueble nuevo, se puede conseguir un hogar mucho más amplio que cubra la cantidad monetaria que se quiere.
- Mejor ubicación: por ser una propiedad ya construida, normalmente, las mismas suelen tener una ubicación estratégica más cómoda, donde existan mercados, centros médicos, instituciones académicas cerca, entre otros. En cambio sí es una propiedad nueva puede que la ubicación está ubicada en una bastante lejana, lo cual puede causar molestias en los futuros dueños.
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